El Camp Nou recuperó esa vieja costumbre de la pañolada por dos ocasiones, símbolo de protesta ante un colegiado que no cortó las patadas del Eibar con tarjetas sino que repitió advertencias por doquier. “No ha habido ninguna entrada alevosa para que alguno mereciera la cartulina roja”, defendió Mendilibar, técnico armero; “igual la televisión me hace desdecirme, pero creo que el público ha visto que su equipo no goleaba y que se ha puesto nervioso”. Luis Enrique no compartió la opinión. “El mejor ejemplo de que se sanciona más la protesta que la patada se ha dado en este partido”, se arrancó; “el Eibar ha cometido muchas más faltas, pero nos hemos llevado más tarjetas. Debemos mejorar en eso”. Sobre todo Mascherano, que, según el acta -redactada a última hora de la noche por un problema informático-, dijo: “El jugador fue expulsado por dirigirse a mí asistente en los siguientes términos: ‘La concha de tu madre”.
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