Garbiñe es chica de buenas costumbres. Por eso, otro día más, todavía más exhausta esta vez por el exceso de combustible que requirió su triunfo contra Petra Kvitova, atacó las galletitas que la organización pone a disposición de los trabajadores y el personal del torneo. Junto a ella, la estrella emergente, cuidando absolutamente de todos los detalles y marcando agenda, un alto cargo de la multinacional estadounidense que la representa. "Desde luego que sí, estoy muy cansada", admitía Muguruza, fatigada, pero con la misma predisposición de siempre para analizar qué había ocurrido y qué puede pasar, el hoy y el mañana. Esto es, la batalla contra Kvitova y el enfrentamiento que le espera ante la la polaca Agnieszka Radwanska.
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