Fue grande la actuación el Sevilla. Unai Emery se la jugó al principio con alguna decisión discutible, como la inclusión de Beto en la portería en detrimento del emergente Rico o la de Krychowiak de central, pero el Sevilla nunca se rinde. Remontó un 4-1 en contra con pasión y las buenas decisiones de su entrenador. Un esfuerzo increíble de un equipo que estaba muerto y resucitó con auténticos golazos hasta lograr la épica igualada de una final inolvidable en Tblisi, en la que se llegó a la prórroga.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/1DLmtrH
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire