Tocó bastantes más balones con los pies que con las manos, le dio salida al equipo con la zurda y apenas sacó un centro con los puños y recogió algún rebote. Al inicio de la segunda parte desvió el único disparo que enfocó el espacio entre los tres palos que defendía. Iker Casillas pasó de puntillas por su primer partido oficial con el Oporto porque sencillamente no tuvo oposición. Apenas le disparó el Vitoria de Guimaraes, derrotado (3-0, con dos goles de Aboubakar y uno de Silvestre Varela) por un rival que marcó de inicio y se dedicó a gestionar su ventaja sin mayores sobresaltos.
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