El marcador del estadio de Vallecas reflejaba aproximadamente el minuto 20 de partido cuando los aficionados del Rayo comenzaron a entonar uno de sus cánticos más reconocidos. "¡A las armas! !A las armas! ¡Somos de Vallecas! ¡Y vamos a ganar!", entonó a coro a la voluntariosa hinchada vallecana. El equipo de Míchel iba perdiendo por uno a cero. Cuando el estribillo resonó de nuevo, al cuarto de hora del segundo acto, acaba de suceder lo más insospechado. El extremo Álvaro García remachó empujo el balón sobre la línea y la tablilla reflejaba entonces un dos a uno favorable al equipo madrileño.
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