Las erupciones de calidad y competitividad en la NBA son capaces de entusiasmar cuando no ha llegado siquiera diciembre y los Warriors y los Raptors apenas dirimían su partido número 23 de la Liga. Y no estaban Stephen Curry y Draymond Green, lesionados. Pero nada de eso importó. Kevin Durant se empeñó en plantear una extenuante batalla a los Raptors, que acabaron sufriendo lo indecible hasta ganar en la prórroga (131-128) de un precioso partido. Kawhi Leonard respondió a Durant con una actuación igualmente imponente, en un duelo que a menudo supuso un cara a cara directo entre ellos, especialmente en las últimas acciones en las que se marcaron mutuamente.
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