Ningún fútbol ha generado tan buena literatura como el argentino. Las razones resultan hoy evidentes: solo la ficción podría explicar con alguna solvencia la mezcla de furor, incompetencia, fanatismo y corrupción profunda que han llevado al aplazamiento, sin fecha, de la final de la Copa Libertadores. El choque por el cetro continental entre River Plate y Boca Juniors, los hermanos enemigos de Buenos Aires, se ha convertido en una metáfora exuberante de la Argentina contemporánea. Es la historia de un fracaso.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2PQXcIc
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire