En el duelo de apertura, Albert Ramos se deshizo del áspero Liam Broady por 6-3, 6-4 y 7-6, y obtuvo así el primer punto de la eliminatoria para España, ahora 1-0 en la serie frente a Gran Bretaña. El catalán cocinó la victoria a fuego lento y frenó el ímpetu del británico, que saltó a la arena con las pulsaciones a mil y atacaba cada pelota con una sobredosis de potencia, como si el punto solo pudiera conseguirse por una sola vía. Sin embargo, enfrente se encontró con un tenista al que no le gustan las prisas y sí elaborar el juego, tejer y tejer hasta que adivina la puntada definitiva.
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