dimanche 25 février 2018

Benzema contra los silbadores

Pocas veces la vida se ha parecido tanto al fútbol como cuando a ese portero alemán le dio por beber mientras el rival atacaba. Pocas veces podremos identificarnos tanto con la pachorra con la que se mete en la portería mientras el balón va por los aires; pocas veces podemos vernos desde fuera como cuando se queda paralizado al ver venir el gol. Sólo eché en falta, para mimetizarme por completo, que dijese al acabar el partido lo de Julio Iglesias: “La vida ha sido generosísima conmigo y la luz me ha dado en los ojos como a los conejos en las carreteras”.

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