Es un año mayor que Orlando Ortega y se ha forjado en Barnaul, una pequeña ciudad de Siberia, sin referencias como Dayron Robles con las que creció Orlando en su Cuba natal. Pero en todo lo demás, son muy similares. Comparten con frecuencia una mala salida y remontan como nadie, son máquinas de aceleración capaces de destrozar a los más rápidos en la segunda parte de la carrera y recoger la victoria al final. Lo demostró la fotofinish de Estocolmo en junio. La foto de llegada le dio la victoria a Orlando con 13,09 ventosos, pero las dos cabezas se asomaban prácticamente a la misma altura.
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