Una maniobra atrevida, que además no dio el resultado esperado, acabó, cual carambola imposible, por darle la victoria a Marc Márquez en el circuito de Brno. En una carrera que comenzó con el asfalto mojado, aunque sin lluvia, y que fue declarada en mojado, el piloto de Honda se atrevió a salir a la pista con una combinación de neumáticos de lluvia arriesgada: el medio delante, el blando detrás. El trasero, lo sabía, no aguantaría mucho, pero le serviría para ganar posiciones en la salida hasta que entrara a cambiar de moto. Confiaba en que la pista se secara. Y se secó. Pero una salida fulgurante de Lorenzo, que llegó a sacarles 1,4 segundos a sus rivales en solo dos giros, echó por tierra su estrategia. Momentáneamente.
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