El Barcelona, profundamente herido tras haber perdido por completo la posibilidad de clasificarse para los cuartos de final y haber caído una vez más con estrépito ante el Real Madrid, sacó adelante un compromiso de alto riesgo ante el Estrella Roja. Ya no se jugaba nada palpable el equipo de Bartzokas, pero se jugaba muchos intangibles. Cuestiones como la autoestima, el honor, la reconciliación con un público que, con algunos abucheos, y una sola pancarta le recordó cuál es su estado de ánimo. ‘Fins quan ha de durar la broma?’ (¿Hasta cuándo va a durar la broma?), decía la gran sábana azulgrana con letras doradas colgada en el tendido.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2o0AFHx
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire