Hasta Maverick Viñales temió perder un poco el temple con aquellas idas y venidas de gente por la parrilla, aquellas decisiones de última hora. Había un plan b y hasta un plan c, pero que se pusiera a chispear justo cinco minutos antes de despejar la pista para que se encendieran los motores de las 22 MotoGP que se dieron cita en Qatar desbarató todos los planes posibles. Los hubo que, como consecuencia, perdieron el foco y otros que tomaron decisiones de última hora que les alejaron del podio.
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