La Ducati es la moto más potente. Sin duda. Invencible en las rectas. Pero hace falta algo más para ganar carreras. Incluso en un circuito como el de Losail, con una recta de meta de un kilómetro. Hasta Dovizioso, que se sentía competitivo como el que más, lo sabe. Las carreras de motos se ganan en las curvas, en las frenadas y en las aceleraciones. Y es allí donde se ve el verdadero potencial tanto del piloto como de la máquina. En la primera carrera de la temporada, en Qatar, se vio de qué madera está hecho Maverick Viñales.
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