Con menos corriente de lo habitual en su juego, pero con la misma creencia entusiasta de siempre, el Atlético cazó una victoria en el último suspiro. Tan castigado en esos tramos finales en esta competición, el toque final y agónico de Griezmann certificó la victoria y la clasificación del Atlético para octavos. Con Godín ejerciendo de delantero centro, otro recurso cruyffista que asoma a menudo en esta nueva versión de juego, Griezmann marcó en ese minuto 93 de infausto recuerdo para el club y su hinchada. Volcado en campo contrario, aunque espeso de juego, el delantero francés encontró esa luz que deja a su equipo con 12 puntos, líder de grupo y clasificado con dos jornadas de sobra. De todos los grupos que ha enfrentado en estos cuatro años en la Champions, este parecía el más complejo. Sin embargo, ahora solo le queda pendiente su batalla por el primer puesto con el Bayern.
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