Tenía 19 años cuando rubricó con el Deportivo un vínculo que trascendía lo profesional porque le llevaba a la tierra de sus padres en un camino inverso al que ellos habían trazado veinte años atrás. Ahora han pasado otros veinte y parecen lejanas tanto aquella ilusión como la frustración por la ausencia de oportunidades para triunfar. Las raices, eso sí, no dejan de llamar y Gerardo Seoane (Lucerna, 1978), el entrenador del Young Boys suizo que visita al Valencia en la Liga de Campeones, vuelve cada verano a A Brea, una pequeña aldea vecina a Carballo, a 30 kilómetros de A Coruña. Ahí volvieron sus padres tras la jubilación, a un entorno que sin oportunidades laborales les condenó en su día a hacer la maleta.
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