Hay futbolistas a los que los reflectores los apuntan desde pequeños, el juego pasa a ser un trabajo y la fama un incómodo huésped, potenciado, sin medias tintas, cuando el niño en cuestión rompe récords en el Camp Nou. El 20 de octubre de 2007, Bojan Krkic se convirtió en el jugador más joven en marcar con la camiseta del Barcelona, con 17 años, un mes y 20 días, una marca que le robó a Lionel Messi. Entonces, ya nada sería igual. “No me gustaba ser famoso, al contrario”, cuenta, a sus 28 años. “Había días que no podía ir de mi casa al Corte Inglés. Yo soy de pueblo, mis amigos son los de toda la vida y no me interesa convertirme en alguien que no soy. Estaría incomodo, sería infeliz. Nunca me he dejado llevar por mi personaje. Además, ni siquiera es un personaje que lo construyes tú, te lo construyen”.
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