La afición del Barça llegó al Palau Blaugrana con la mosca tras la oreja, con el temor de tener que asistir al funeral de la nefasta temporada que ha llevado a cabo su equipo, y se encontró con un jugador que por sí solo se bastó para dejar aturdido al Valencia. Su recital dejó visto para sentencia el partido y selló la cita para el tercero y definitivo, mañana, en la Fuente de San Luis. Es probable que Diagné no pueda jugar ese duelo. Se lesionó y tuvo que dejar la cancha ayudado por un asistente, con una rodilla maltrecha. Al Barça, fustigado por la epidemia de lesiones, solo le queda un pívot-pívot, Tomic.
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