Mikel Landa no sabe tomar las últimas curvas y Nairo no encuentra terreno duro a su gusto para arañarle algo al líder, el soberbio Tom Dumoulin, que, entre los pinos de los Dolomitas, jugó al ajedrez con sus rivales, y hasta les hizo un par de jugadas de jaque. Hubo ataques fofos, sin pólvora y hasta amagos y mosqueos, por parte del líder, que se siente soberano y quiere tocar la moral de sus esforzados rivales, los escaladores Nairo y Vincenzo Nibali.
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