El Bernabéu se engalanó como una caseta de feria y se llenó. Por primera vez desde que se inició la fase de clasificación mundialista, la selección jugó en un campo abarrotado. La multitud cubrió las gradas de rojo y amarillo y la megafonía inundó el aire con las vibraciones telúricas de los pasodobles. Manolo Escobar volvió a la vida y entre flores, fandanguillos y alegrías, pocos habrían dicho que Piqué no nació en España, la tierra del amor. Pocos, pues desde la esquina donde se ubicó un grupito de ‘ultras sur’ se oyeron pitos que replicaron los más indignados del arco madridista. Pitos y contrapitos de la mayoría. Y luego una ovación. “Pi-qué…! Pi-qué…! Pi-qué...! Lo nunca visto. Chamartín cantándole a Piqué al calor de la fiesta.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2gAjPjB
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire