El día que Simeone optó por un cambio de esquema significativo, que apostaba por un fútbol más combinativo, con Óliver por el medio y Griezmann y Correa escoltando a Jackson, sucumbió el Atlético, que recibió su primera derrota en 11 partidos en la Copa de Europa. Lo noqueó el Benfica con dos golpes maestros y certeros. Dos jugadas en las que Nico Gaitán justificó ese anhelo de tenerle bajo sus órdenes que siempre ha tenido Simeone hacia él. Primero como finalizador y después como elaborador de una jugada que supo llevar por su banda hasta cruzarle el balón a Guedes, el argentino dejó huella en el Calderón de futbolista de una pieza, de esos que domina el arte de los tiempos y convierten cada balón que toca en una lección de dominio del juego y de los espacios.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/1O8yKKx
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire