Elogiado durante los últimos años por su apuesta futbolística y su capacidad para incorporar a jugadores de la casa al fútbol profesional, el Celta no acaba de encontrar la estabilidad en el banquillo. Hace un año declinó la posibilidad de dar continuidad a Toto Berizzo para entregar la batuta a la idea que le había precedido con Luis Enrique. No regresó el entrenador asturiano, pero sí todo su equipo de trabajo dirigido por Juan Carlos Unzué. Firmaron un año de contrato con opción a otro y una cláusula liberatoria a mitad de camino que beneficiaba al Celta si el equipo no acababa entre los diez primeros. Así ocurrió. Y el paso hacia el divorcio lo dio el club: “Vimos el equipo un tanto plano”, lamentó el presidente Carlos Mouriño con Unzué a su lado en la despedida del técnico. El reactivo lo ha encontrado el Celta en México con un tipo de carácter, el argentino Antonio Mohamed, el “Turco”, que firma dos años con el equipo gallego.
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