vendredi 25 mai 2018

Leclerc recibe la bendición

A sus 20 años, Charles Leclerc (Mónaco, 1997) ya ha recibido un par de palos de los más duros que la vida puede depararle a uno y ha sabido cómo recomponerse y emerger con más fuerza que nunca para seguir hacia delante. En dos años, el actual piloto de Sauber vio cómo desaparecían de su vida dos de las personas más importantes para él. El primero fue Jules Bianchi, un gran amigo, que falleció en julio de 2015 como consecuencia de las secuelas que le provocó aquel terrible accidente que sufrió en el Gran Premio de Japón de 2014, al chocar contra una grúa. Y luego su padre, el año pasado, víctima de una larga enfermedad. A pesar de esas bofetadas, el joven corredor encontró la forma de focalizarse en lo que desde pequeño fue su obsesión, y que ahora se ha convertido en su trabajo.

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