Fernando Alonso tuvo que volver a tirar de manos para sacarle las castañas del fuego a McLaren, al menos este sábado, después de un viernes para olvidar en el lado del garaje del asturiano. Una avería en el sistema de frenado del MCL33 mantuvo al ovetense metido en su garaje la mayor parte del tiempo que duró el primer entrenamiento, y una mala configuración en el segundo vaticinaba una cronometrada de lo más empinada. A pesar de los malos indicios, Alonso fue capaz de volver a meterse en la última eliminatoria (Q3) y colocarse el séptimo en parrilla, su mejor resultado hasta el momento en lo que llevamos de campeonato.
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