En bronce para siempre Federico Martín Bahamontes, que se eleva sobre el Miradero de su Toledo de pie sobre la bicicleta, escalando, es estilo y es esfuerzo. De carne y hueso, aparentemente eterno (el 9 de julio cumple 90 años y anda enhiesto y seguro, tan tieso, imparable), Bahamontes es un niño que sonríe feliz, y se parece más que nunca al chaval descarado de amarillo que acaba de ganar el Tour del 59 al que Fausto Coppi mira de reojo y admirado, qué genio, como se aprecia en una foto gigante que decora el acto.
source Portada de Deportes | EL PAÍS https://ift.tt/2FMDIup
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire