vendredi 1 septembre 2017

Una etapa muy accidentada

Alberto Contador siempre ha sido un ídolo, por lo tanto, un ciclista que desataba pasiones que el anuncio de su despedida cuando concluya la Vuelta a España ha multiplicado. En las salidas y en las llegadas, Contador siente más que el calor del clima, el calor de la gente que le rodea y busca la foto o el autógrafo que inmortalice su última aparición en carrera. El problema surge, cuando las pasiones se desbordan en carrera y se convierten en pasiones peligrosas.

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