La escena fue en Nueva York, en Flushing Meadows, distrito de Queens, pero fue prácticamente un calco de lo que aconteció el pasado 14 de julio en el SW19 londinense, sobre la pradera de Wimbledon. Entonces, Magdalena Rybarikova terminó desquiciada porque Garbiñe Muguruza la sometió de principio a fin, sin pausa, y esta vez ocurrió otro tanto de lo mismo. La española la arrolló de nuevo, la abrumó (doble 6-1, en 61 minutos), y confirmó su presencia en los octavos del US Open con otro majestuoso ejercicio de poder, el tercero consecutivo esta semana.
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