“Un club de la categoría del Barcelona siempre sabe lo que hace”, apunta desde el otro lado del teléfono el que fuera delantero de Mallorca y Deportivo de la Coruña a comienzos de la década de los noventa, Zoran Stodajinovic. Y lo dice con conocimiento de causa. El serbio, ahora representante, tiene entre sus clientes a una de las grandes promesas del fútbol mundial, Alen Halilovic (Dubrovnic, 1996). El Barcelona lo ató en marzo de 2014 tras desembolsar al Dinamo de Zagreb una cantidad superior a los dos millones de euros. Este verano, después una temporada en la que sobresalió en un filial que terminaría descendiendo de categoría, el club apostó por ceder al jugador a un equipo de primera división que le diera la oportunidad de explotar.
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