En el partidillo en espacios reducidos de la última sesión del River Plate antes de la final del Mundial de Clubes, Matías Kranevitter (Yerba Buena, Argentina; 22 años) se hinchó a recuperar balones y dar el pase de primeras hacia delante. “Es muy bueno. ¿Lo viste? Entendió como nadie lo que quería el DT [Marcelo Gallardo], cuándo había que tirar la presión hacia delante. Junto a él me ha sido muy fácil jugar”, reconocía instantes después de la práctica Leo Ponzio, en la pista de atletismo que rodeaba la cancha de fútbol del estadio Todoroki de Yokohama. El Colo, como le conocen sus compañeros, se ha hecho a sí mismo porque siempre entendió la profesión como una meta. Ya dejó River y mañana aterriza en Barajas para incorporarse a la dinámica del Atlético, que por la tarde tiene partido ante el Rayo en Vallecas.
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