Se hace llamar Mondo, es hijo de padre estadounidense y madre sueca, de uno recibió un apellido de origen francés, algo frecuente en el estado de Luisiana, y de ella la nacionalidad que le permite representar al país escandinavo, elección sobre la que no tuvo demasiadas dudas. A los nueve años, Armand Duplantis decidió que competiría bajo bandera sueca. A esa edad, con una pértiga en las manos, comenzó a batir todos los récords infantiles de Estados Unidos y, desde entonces, no ha parado. El sábado batió el récord mundial de salto con pértiga (6,17 metros), marca que ha desbordado las fronteras que en los últimos años encogen al atletismo.
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