vendredi 28 février 2020

Guardiola, del odio a la ‘master class’

Duelo a distancia

Como al fútbol le excita el mito del retorno (aunque sea por persona interpuesta), Messi en el altar de Maradona disparó la literatura. Esperábamos que el partido nos diera referencias científicas de quién fue mejor. Verlo como un duelo era una fantasía algo ridícula, porque Maradona fue santificado en Nápoles hace más de 25 años. El paso del tiempo es la escapatoria perfecta: cada uno fue el mejor de su época y a otra cosa mariposa. Pero el fútbol no es conciliador y, ya en el calentamiento, Messi fue recibido con el grito de “Diego, Diego, Diego”. Un voto por triplicado. El partido no cambió la percepción porque el Barça jugó a lo ancho, Gattuso lo encerró en una jaula y Messi es alérgico al exhibicionismo. Ya que la coartada temporal no sirve, hay que acudir a la territorial. En Argentina y en Nápoles, competir contra Maradona es imposible. La revancha, en el Camp Nou.

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