Anda el Fenerbahçe con siete derrotas y tres victorias en la Euroliga y con Zeljko Obradovic muy cabreado con sus jugadores. Ha llegado a acusarlos de haberlo abandonado cuando lo había dado “todo por ellos”. En un tiempo muerto envió a Datome a lugares irreproducibles; también a Alí Muhammed, un clarísimo invento suyo; un buen jugador norteamericano (su nombre original es Bobby Dixon), cuya carrera como estrella europea jamás hubiera tenido el mismo recorrido de no haberse topado con el entrenador serbio en el camino.
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