El cambio de Rodrigo por Gundogan en el minuto 53 señaló al medio del campo y al medio del problema. Guardiola sustituyó al mediocentro español, que se fue expresando su disgusto entre muecas. El partido iba 2-1 y el Manchester City no solo no acababa de dominar la situación. Tampoco recuperaba la pelota. Se la arrebató el Chelsea de Lampard en un duelo agotador para los jugadores y entretenido para los hinchas del Etihad, perplejos ante una situación extraña. Ganó el City gracias a una proeza del inestable Mahrez, autor del gol definitivo. Pero en el proceso dejó señales tan inusuales como alarmantes. Agüero, lesionado, se sumó a una lista de bajas que poco a poco ha desgastado el funcionamiento del equipo, especialmente en defensa.
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