vendredi 1 novembre 2019

Dos partidos de nuestras vidas

Soy el primer sorprendido de que estemos en la final. Pensaba que había una fábrica en Birmingham con tíos de 1,92 capaces de correr 60 metros en pocos segundos, pero el arquetipo no tenía ese savoir-faire de rugby. He visto muchos partidos de Inglaterra en los que ganamos por tamaño. Somos un equipo plagado de condiciones, pero sin alma. No vimos a la Inglaterra prometida cuando empezó el Mundial y recuerdo a Jonny Wilkinson diciendo que no íbamos a ver a Inglaterra hasta los cruces. Como si él supiese algo que no sabíamos los demás. Si todo iba bien, llegaríamos a las semifinales con los All Blacks.

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