Cristiano Ronaldo marcó su primer gol en la Copa Confederaciones con un remate de cabeza seco, colocado, y que no necesitó que despegase los pies del césped. Esta ejecución, limpia y cuasi quirúrgica, otorgó la victoria a una Portugal camaleónica, que demostró una segunda piel ante Rusia, resistente e incisiva, eficaz a fin de cuentas. Tiene fama su seleccionador, Fernando Santos, de defensivo, condición que este nunca ha negado —“Qué me importa que lo piensen si nos sirve para ganar”, reconoció recientemente en una entrevista—, pero hay enormes matices en esa denominación cargada habitualmente de grandes dosis de mala baba.
source Portada de Deportes | EL PAÍS http://ift.tt/2sr02q7
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire