Prometió Zidane, después del empate en Dortmund, que el Madrid trabajaría para romper la mala racha que le hizo empatar tres partidos de los últimos tres disputados. Desconexiones, falta de intensidad y concentración, problemas para cerrar duelos aparentemente controlados y dificultades para transformar en goles las numerosas ocasiones que crea. Los blancos quieren romper esa dinámica ya a partir de mañana contra el Eibar.
Nico Rosberg salvó los muebles en su último intento, pero no consiguió superar el tiempo de su compañero de equipo, Lewis Hamilton, en la clasificación del Gran Premio de Malasia de Fórmula 1. La batalla entre los dos pilotos de Mercedes por el liderato del Mundial sigue con las espadas en alto. Nadie se rinde. Pero esta vez, alcanzó tintes de dramatismo, cuando Rosberg había caído hasta la quinta posición en su penúltima vuelta rápida y veía como el británico parecía inalcanzable. Sin embargo, a pesar de dos leves errores en su recorrido, el piloto alemán consiguió superar a los dos Red Bull y a los Ferrari de Vettel y Raikkonen y situarse en segunda posición.
Real Sociedad y Betis, más que un partido se plantearon una prueba de esfuerzo: la Real, por atacar como fuera, el Betis, por defender como se pudiese. Los argumentos tenían más que ver con el corazón que con la cabeza y el corazón era blanquiazul. Solo sonaba el suyo. El del Betis solo aparecía cuando se escuchaba el pálpito de su portero Adán, al borde de la taquicardia cada vez que la Real subía el colesterol del área. Porque era un monólogo, un tic tac persistente de la Real, de principio a fin, que dominaba el balón, los espacios, la combinaciones y los remates.
